Conociendo Francia (cahetel)

Cuando vi que nos señaló a las dos como respuesta, suspire y la deje sentadita en una silla para bebés que había en el comedor.

- Entonces ya vuelvo, voy a buscar mi mochila.

Le di un beso en la frente y en pocos segundos fui hasta la sala, donde había dejado tirada mi mochila en algún rincón. Volví al comedor mientras de la mochila sacaba una botella de sangre de oso. Mire a Cahetel.

- No es por despreciar tu amabilidad, pero yo ya no tomo de ese tipo de sangre.

Le dije con media sonrisa dejando la botella en la mesa. Hace poco que me había acostumbrado a la sangre de animal y no quería empezar de nuevo con lo mismo.

Vi cuando hizo un puchero cuando saque mi propia botella de sangre y como me miraba con intriga... suspire y trate de explicarle lo más claro que podía.

- No te enojes, no es por despreciarte nada pero... yo deje de tomar sangre humana, ahora me alimento de sangre de animales.

Dije mientras señalaba la botella que había puesto en la mesa.

- Y como hace poco que hice eso y no estoy muy acostumbrada todavía... no quiero tentarme con eso...

Esta vez señale el vaso con la sangre que había hecho aparecer ella. No sabía como explicarle bien, porque al parecer ella solamente tomaba sangre humana... aparte me parecía que no le iba a parecer interesante mi razón para hacerlo... es más, de seguro se iba a aburrir si seguía hablando. Respire hondo y la mire con una sonrisa.

Observe a la pequeña estirar una de sus manitos hacia la botella que yo tenía en frente, con sangre de animal. Tal vez quería probar.

- Mira que no se compara ni un poquito con la sangre humana, eh.

Acerque la botella hacia su mano para que la agarrara.

- Pero si vos queres probar, proba toda la cantidad que quieras... pero después no digas que no te avise.

Le dije con media sonrisa.

Me empece a reir a carcajadas al ver a la pequeña Cahetel sacudiendo la botella. Deje de reirme un poco y con cuidado se la saque de las manos.

- Así no vas a lograr que salga nada...

Dije medio riendo todavía.

- Espera un poquito.

Fui corriendo a la cocina a buscar otra mamadera para ponerle un poco de la sangre que yo traía y a los pocos segundos ya estaba en el comedor.

- Acá tenes.

Dije mientras le acercaba la mamadera, una vez que coloque apenas un poquito de sangre animal para que probara.

Estaba atenta a la reacción que le iba a producir a Cahetel probar la sangre de oso. Menos mal que estaba prestandole atención porque, como supuse, no le había gustado y tiró la mamadera bastante lejos. Con la rapidez que caracteriza a los vampiros, fui a atajar la mamadera antes de que se choque contra la pared y termine ensuciando todo y rompiendo cosas. Vi como se pasaba las manitos por la lengua para sacarse el sabor a la sangre animal, me acerque a ella conteniendo la risa.

- Te dije que no se comparaba con la sangre humana...

Le di la mamadera que ella había hecho aparecer en un principio, la que tenía la sangre que a ella sí le gustaba, para que tomara esa y se sacara el sabor de la otra.

Sonrei divertida al verla tranquilizarse cuando tomó con bastante velocidad su sangre, definitivamente no le había gustado la sangre animal. Observe como me miraba y como sus ojitos estaban llenos de curiosidad.

- No creo que te sea muy interesante saber porque tomo esto y no eso.

Señale primero mi botella y después su mamadera.

Le seguí sonriendo cuando me afirmo que si quería saber el porque de mi 'cambio de dieta', se podría decir.

- Esta bien, lo que pasa es que no fue muy linda la manera en que me entere que mi mamá era humana y como había... muerto, pensar tanto en que yo también soy humana... mitad, pero humana al fin... me sacaron las ganas de seguir alimentándome de humanos.

Le explique lo mejor que pude, era algo bastante complicado en sí y no sabia si iba a entender mis razones o no, al menos iba a comprender lo que había dicho porque era una bebita muy inteligente.