Conociendo Francia (cahetel)

En pocos segundos la cocina se lleno de burbujas porque Cahetel no podía dejar de reir... enseguida dejo de hacerlo pero seguía con hipo y me miro asustada. Yo la mire con algo de preocupación pero después le sonrei para tranquilizarla.

- Tranquila, no te preocupes... respira profundo y con tranquilidad y el hipo se te va a ir.

Le dije acariciando una de sus mejillas.

Mire con atención a la pequeña Cahetel mientras respiraba como yo le había dicho, al principio no se le pasaba y la mire preocupada. Siguió respirando de la misma manera un rato y cuando al fin se le había pasado, empezo a reir de nuevo

- Sos todo un caso.

Dije medio riendo.

- Al parecer no me voy a aburrir nunca con mi nueva amiguita.

Movi el dedo que ella tenía agarrado con fuerza mientras le sonreia.

Todavía seguía agarrando mi dedo y me señalo el carruaje. Yo sonrei y me encamine hacia donde estaba detenido nuestro transporte.

- Bueno, seguiremos con el paseo entonces pequeña.

Entre de nuevo a la calabaza con forma de carruaje, con Cahetel en brazos. Apenas me sente y acomode adentro, el carruaje empezo a moverse otra vez. Salimos de la cocina y atravesamos la sala de nuevo. Espere con curiosidad a ver donde se detenía el carruaje esta vez.

El carruaje ahora subía por las escaleras, bastante lento y vi como Cahetel me señalaba cada uno de los cuadros que había ahí, donde se veía a un hombre joven, en distintos lugares y momentos... así que concluí rápidamente que era Darius, su papá. Llegamos a una puerta pero el carruaje no entraba así que se detuvo. Le sonrei a la pequeña y la baje todavía en mis brazos.

- Supongo que nuestro recorrido sigue por ahí.

Dije mientras señalaba la puerta en la que se había estacionado el carruaje. Me acerque a la puerta y la abrí.

Apenas entramos a la habitación pude notar que era inmensa... era el cuarto de la pequeña Cahetel porque pude ver su cunita adornada muy elegantemente. Deje a la pequeña en la cuna mientras yo miraba alrededor mio. Pude ver un baño también en la habitación aparte de que estaba llena de cosas y muy bien decorada con colores blancos y dorados.

- Tenes una habitación realmente hermosa.

Dije sonriendo.

La vi aplaudir cuando le di mi opinión sobre su habitación. De un momento a otro vi que ya no traía mi ropa, sino un vestido precioso y también ella estaba con un vestido igual de precioso que el que yo llevaba puesto. Y siguió aplaudiendo. Me rei y camine hacia su cuna para acercarme a ella.

- Y que tal me veo?

Dije dando una vuelta sobre mí misma enfrente de la bebé y me seguí riendo.

- Vos estas preciosa... y ahora que desea hacer la princesita?

Le pregunte con una sonrisa.

Vi como en un momento, me rodeaban muchas burbujas con forma de corazón y sonrei. Cuando la pequeña señaló de nuevo el carruaje, la tome de la cuna, teniendo cuidado con el vestidito que llevaba puesto.

- Seguimos con el paseo entonces.

Camine con ella en brazos hasta el carruaje de nuevo y después de subirnos con cuidado, ya que mi vestido era bastante amplio. Nuestro medio de transporte empezó a moverse nuevamente y bajo por las escaleras con mucho cuidado, mientras yo pensaba hacia donde ibamos a ir ahora.

El carruaje siguió moviendose hasta que se detuvo cerca de dos piscinas. Eran bastante grandes, al igual que toda la mansión en sí. Baje con cuidado del carruaje con la pequeña Cahetel en brazos.

- Es increíble... no tenes con que aburrirte acá en tu casa.

Mire curiosa a la bebe.

- Ahora no pretenderas que nos metamos ahí... o sí?

Dije mientras señalaba las piscinas. La verdad no sé como lo ibamos a hacer, estabamos las dos con vestido... no tuve que pensarlo mucho tiempo más... ella nos había vestido así y ella cuando quisiera nos podía cambiar de nuevo.

Se puso a aplaudir por mi pregunta, claramente había sido una pregunta absurda ya que a los pocos segundos ya estabamos en traje de baño las dos. La pequeña estiraba sus brazitos hacia el agua así que decidi meterme con ella, total ya estaba hasta cambiada, no iba a pasar nada malo jugar un rato en el agua.

- Bueno, ya vamos preciosa.

Le dije a Cahetel mientras caminaba hasta la piscina y me metía con cuidado en ella con la bebé.

Empece a desplazarme suavemente a traves de la piscina con Cahetel en brazos. Mire sonriendo como apenas toco el agua, la pequeña parecía mucho más feliz y como se movía en mis brazos. Afloje un poco mi agarre para que se pudiera mover con más soltura, pero no tanto, no quería que se hundiera mucho en el agua por si las dudas.

- Se nota que te gusta mucho el agua, preciosa.

Dije viendo lo contenta que estaba mientras chapoteaba en el agua.

Asintió con la cabeza y sonrei. Después cerro los ojos e hizo aparecer un flotador rosa.

- Buena idea...

Le dije con una sonrisa mientras la colocaba con cuidado sobre el flotador.

- Así te podes mover todo lo que quieras.

Dije una vez que la bebé ya estaba en el pequeño flotador rosado.

Segui con mi vista a la pequeña que se iba alejando de a poco de mi lado. Cuando vi como trataba de agarrar una pelota que había por ahí y no podía alcanzarla, sonrei y nade hasta ella.

- Problemas con la pelota?

Dije algo divertida mientras agarraba la pelota y se la acercaba a Cahetel.

- Ahí esta.

Deje la pelota en las manos de la bebé.