en mi cunita esperando a mi papi LIBRE

Vi como el biberon salia volando, sonriendole.

-Ah, las cosas no se avientan..-dije.-Que tal si lastimas a alguien, o se rompe el biberon, luego donde te dare tu lechita con chocolate.

Le dije sentandome con ella en una silla, arrullandola.

Mire su dulce rostro congestionado por al tristesa, asi que la abraze pegandola a mi pecho.

-No llores, por favor, no quiero verte triste.-decia a u oido, arrullandola, dejando que escuchara el latir de mi corazon.-Debes entender que puedes lastimar a alguien, a ti misma incluso, o a mi.

Explique esperando que se calmara.

-No llores mi princesita, mi vida.-dije.-Te quiero, mi cielo.

Bese su frente mil veces, arrullandola entre mis brazos, sinriendo, pues parecia tan pequeña, inocente entre los brazos de un demonio vestido de cuero.

-No tiene sueño mi princesita?-pregunte al ver que me observaba fijamente con esos ojos tan azules y bellos.

-Ah, te gustan los lentes?-pregunte caminando saliendo de la cosina.-Iremos un rato al jardin, veamos si encontramos algo divertido que hacer haya afuera.

Sonrei, sin evitar besarla cada que podia, sintiendo un enorme confor en el alma al tenerla cerca.

Solte una carcajada muy alegre de verla asi.

-Creo que deberiamos usarlos al reves.-comente quitandole mis lentes para ponerle los pequeños a ella y yo los mios.-Listo, asi mejor, no crees hermosa.

Dije cuando llegamos al jardin, sentandome con ella en el fresco cesped.

-Te gusta el calorsito del sol?-pregunte besando su frente, abrazandola pegadita a mi pecho, pues asi queria estar ella.-Sabes que tu eres mas bonita que cualquier flor?

Cerre los ojos al sentir las caricias de sus manitas en mi rostro, sus risas infantiles.

-Si, definitivamente hermosa.-sonrei para ella, abrazandola, dejando que ella imprimiera la fuerza que queria.-Je T'Aime mon beau....

Dije sonriendole, dejandola sentada en el pasto un momento.

-Asi si eres una flor.

.-Vamos, ahora si eres una linda flor.-sonrei tocando sus lindos petalos, tan blancos y aromaticos.-Un hermosa flor con un exquisito aroma.

Bese su cabeza, despasito de no hacerle daño, era tan fragil, y perfecta.

SEgui a mi princesa con la mirada, sonriendole, divertido pasar el tiempo con ella, y ver como iba creciendo dia a dia.

La mire fijamente cuidando que no se lastimara en sus intentos de gatear, estirando los brazos dandole el soporte necesario, mientras se movia hacia a mi.

-Bravo princesita.-dije animandola.-Cada dia eres mas grtande y eres muy inteligente.-dije besando su frente.

Era mas que inevitable no sonreirle,no besar sus sonrosadas mejillas, pues para mi, era la niña mas hermosa del planeta.

Mi bella princesa.

-Y la princesita que quiere hacer ahora?

Que sucede mi princesita?-pregunte viendo como se agitaba entre mis brazos, sonriendo divertido por sus caritas.-Quieres comer? un biberon.. dormir?

Preguntaba, intentando adivinar que era lo que queria.

-Sabes, a veces me dan ganas de absorverle el poder de leer mentes a alguien, no me gusta no entenderte.-confese sonriendole.-Que podremos hacer... ahh que te parece si imaginas lo que quieres?

-Ahh mi princesita-la estreche entre mis brazos besando su frentesita, degustando su aroma tan dulce y adictivo.-A ver eso es poco a poco, al menos ahora balbuceas, te parece si empesamos por lo basico.

Sonrei.

-Mira mis labios y repite, Pa... Pa...-le enseñe, exactamente o al menos como podria vocalizar las palabras.