en mi cunita esperando a mi papi LIBRE

Escuche las risas a traves de comunicador que tenia en mi estudio mientras leia algunos informes sobre los recientes negocios, y sonrei, percatandome que ya era momento de ponerme de pie y dejar esto para mas tade y prestarle atencion a mi princesa.

Sali del lugar, dirigiendome a la habitacion de Cahetel, encontrandola llena de burbujas, pues ya sabia que era parte de su don, probablemente, su imaginacion se volvia realidad.

-Vaya, parece que la princesita se ha despertado.-dije acercandome a su cuna, recargandome en la baranda.-Como dormiste hermosa?

Pregunte pasando la mano por su hermoso rostro, tan bella, tan parecida a su madre.

La tome en brazos, sonriendo, sintiendo su calor, y su dulce aroma que podria pasarme horas y dias enteros abrazandola.

Segui observando las burbujas y entre ellas una enorme que decia "Te Kelo Papi".

-Yo te amo mi princesita hermosa.-sonrei besando su suave mejilla.-Eres preciosa, sabias?

Sonrei al sentir como mordia mi dedo, sintiendo un poco de cosquillas pues sabia perfecto que aun no le crecian sus dientes.

-Oh, espera princesita.-dije llevandome el dedo a los labios, haciendo un corte con mis colmillos para darselo, era extraño, si, pero la unica manera que podia alimentarla.

Segui sonriendo, sentandome en el sillon que habia puesto en su habitacion, poniendola sobre mi hombro para golpear un poco su espalda para que pasara el hipo.

-Eso te pasa por comelona.-dije separandola, manteniendola cargada por las axilas, sonriendole, pues me hacia muy feliz tenerla a mi lado, mi tesoro, lo que mas amaba en la tierra, ella me habia ayudado a pasar el duro transe de ver morir a su madre, que aquella pena se disolviera, por que ella era mi todo ahora.

Vi las flores salir de sus labios, antes de sentarme con ella en mi regaso sonriendole.

-Y esa cara de enojada?-pregunte sonriendole.-Las princesas no se enojan, ni fruncen el ceño.-dije besando su frente.-Las hermosas princesas como tu deben sonreir, siempre sonreir, como lo hacia tu mami, ella era muy bella, pero no tanto como tu.

-Hey.-dije mirandola.-Que piensas arrancarme la nariz?-pregunte besando sus mejillas, comenzando a hacerle cosquillas en su barriguita, disfrutando de esas risas infantiles, tan tiernas que hacian que mi corazon saltara de alegria.

LEvante la mirada al ver al enorme oso acercandose, sin imaginar si quiera lo que podria hacerme, hasta que comenzo a hacerme cosquillas, por lo que tome a mi pequeña hija entre mis brazos, evitando que se callera debido a las carcajadas que soltaba.

-Es usted una pequeña tramposa.-dije besando sus cabellos.

ME quede sentado en el suelo, con ella en mis brazos, tan pequeña y fragil, que sentia que si la abrzaba con mas fuerza podria romperla.

-Mi princesita.-dije besando sus coloradas mejillas.

-Estoy bien.-dije.-Mira todo completo.-sonrei tomando su manita, besando su palma, para despues ponerme de pie.-Te gustaria un biberon con leche chocolatada?

Pregunte, aun sin esperar una respuesta, al menos no de momento, sali de la habitacion en camino a la cosina.

-Ahhh que hermoso regalo.-dije cuando senti la corona en la cabeza.-Pero a ti te falta una, de princesa, la mas hermosa de todas.

Dije besando su mejilla entrando a la cosina dejandola sentada en la mesa, agradeciendo que ya se pudiera sentar solita sin necesidad de usar la silla.

Cuanta felicidad.... casi imposible, pero cierta, si al menos ella estuviese aqui, observandola, Anyara, cuanto extrañaba pronunciar su nombre , y el calor de sus besos. Imposible que en tan poco tiempo la hubiese perdido, que hace a penas unos meses aun la tenia a mi lado y ahora, la tenia a ella, mi hermosa princesa.

Cerre los ojos mientras preparaba el biberon, evitando derramar esas lagrimas que no derrame en su momento, para no entristeser a la mayor alegria y milagro de la vida. Mi hija.

Regrese a su lado, entregandole el biberon antes de tomarla entre mis brazos, besando su frente.

fijgi tomar un poco de su biberon, sonriendole.

-Mejor tomalo tu, te hace mas bien a ti.-sonrei besandola.-Eres muy hermosa, mi preciosa princesita.-dije.-Me moriria si te pasara algo, asi que te juro que jamas voy a dejarte, y no voy a dejar que te hagan ningun daño.