Casting Jasper Hale

La chica pasó junto a la mesa con rapidez humana, atravesando toda la cafetería para tomar su segunda ensalada. Su oscura melena ondeó tras ella, dejando esa mezcla de aromas. Fresa, jabón, perfume de jazmines y...

Solté todo el aire que había ido acumulando. Posé la mirada sobre mis manos apretadas en puños, apoyadas sobre mi regazo. Debía pensar en otra cosa... cualquier cosa. Repasé mentalmente el rostro de Alice por enésima vez. Su carita triangular enmarcada por su negro cabello, corto y con rebeldes mechones puntiagudos. Los ojos grandes, de un dorado liquido, adornados con esas largas pestañas.. Su pequeña nariz recta, perfecta; debajo de la cual se hallaban sus labios finos, rosados y adictivos. Me imaginé deleitándome con su suavidad, a solas en nuestra habitación. Me imaginé bajando a besos por su mandíbula hasta su cuello. Sintiendo la suave, tersa, blanca piel sobre su yugular. Mis colmillos codiciosos rasgando la fina membrana para llegar a mi objetivo...

Recibí una fuerte patada en la pantorrilla. Una vez más, Edward me miraba reprochante. Aparté la vista con un rápido movimiento de cabeza y apreté los labios. Alice, a mi lado, me acarició suavemente el brazo. Lo retiré con delicadeza. No merecía tal muestra de afecto. No ahora que estaba fallando tan irrefrenablemente.

Era débil. Maldita la sangre por hacer de cada día un infierno. Un infierno despiadado, cruel, dispuesto a torturarme hasta la locura. Había momentos en los que ni siquiera ella, mi pequeña monstruito, podía sacarme de tal agonía. Esos momentos en los que me despreciaba de tal forma que ni sus dulces palabras me harían cambiar de opinión..

Habia llegado a la ciudad haci muy pocas horas, no estaba segura de donde podian estar ya qu era de mañana y los cullen aun tenian una vida "normal".
Pase primero por el hospital para comprobar si Carlice se encontraba alli. Una enfermera me atendio amablemente y me indico por donde era su oficina.
Llegue hasta ella y golpe dos veces, muy suave.- Pase- e escucho una voz dulce y grave. Entre y ahi estaba el. Se acerco a mi y me abrazo con una sonrisa en sus labios. Le daba guto verme.
Hablamos un momento y me propuso que fuera al instituto a darles la sorpresa a los demas. Yo accedi feliz.
Llegue alla y entre sigilosamente, era la primera vez que iba y no sabia cuales podian ser las reacciones.
Me pare en la puerta y mire al rededor buscandolos.

Más tarde, luego del episodio en la cafetería, las clases milagrosamente llegaron a su fin. La última hora, dentro de todo había sido tranquila. Mis sentidos se daban una especie de descanso cuando el hedor a transpiración tapaba un poco el de la sangre, permanente y dulce bajo los apestosos cuerpos de los adolescentes. De alguna manera agradecía la intercepción de aromas, aunque el predominante ahora fuera realmente asqueroso. Me dejé arrastrar al vestuario por simple rutina, no tardé en vestirme nuevamente con unos jeans y una camiseta lisa. Nada fuera de lo común.

Me reuní con los demás y fuimos hacia la salida. Para sorpresa de todos (excepto quizás, de Alice) allí estaba Maggie. La pequeña irlandesa había decidido hacernos una visita, y nos alegrábamos por ello. Le dediqué un asentimiento a modo de saludo.

- ¿Qué tal estás? - le pregunté esbozando una pequeña sonrisa cortés.

Creo que es al vicio continuar. Eres muy bueno. Espero que sigas asi.
Bienvenido!!! no abandones a tu pj, no rompas las reglas y diviertete. Ya te doy color.

Off: espero que postiemos pronto. Estoy a tu dispococion.