La Dama Blanca

Bueno como aun no he terminado de pasar los otros capitulos les traigo uno que empece hace poco. Espero que les guste.

La prisión de mujeres de Tierra del Fuego es la de máxima seguridad en todo el país, al igual que la de hombres que está a 10 kilómetros. Allí se encuentran alojadas las señoras más peligrosas que fueron atrapadas a lo largo del país.
Se encuentra a 200 kilómetros a la redonda de la ciudad más cercana.
Cuentan con un sistema de alarma con sensores que están adheridos a pulseras magnéticas que ellas tienen en sus muñecas. Cualquier intento de fuga es controlado ya que dichos sensores recorren cada centímetro de pared y alambrado impidiendo una acción descontrolada o impulsiva.
Dentro del recinto se encuentra el sanatorio mental, el cual está dirigido y supervisado por tres psiquiatras, dos psicólogos, tres médicos clínicos y varios enfermeros. No hay personal femenino porque las mujeres se sentían frustradas y no querían hablar delante de ellas, por eso hoy solo hay hombres.
En esta sección hay cuatro habitaciones blancas, recubiertas con de goma espuma para amortiguar posibles golpes que quieran producirse las internas.
En estos cuartos también están instalados los sensores de movimiento para la seguridad de todos. Entre las habitantes de esta parte de la cárcel no hay contacto ni comunicación, ya que se comprobó en reiteradas ocasiones que al agruparlas por periodos cortos de tiempo sufrían colapsos y se peleaban sin cesar. Solo pueden tener comunicación con el personal médico en los turnos asignados. Viven en constante soledad.
Pueden ver a sus seres queridos una vez al mes, solo una hora y con un custodio cerca. La demencia puede causar desequilibrios en los estados de ánimos de los pacientes y producirles daños a sus familiares.
Es todo muy estricto y riguroso. Aun no se conoce en la historia de este lugar una fuga, pelea o muerte producida por las prisioneras. Claro que hubo intentos, cientos de ellos, pero todos fracasaron. Los guardias son seleccionados previamente por un curriculum bien completo. Son agentes del ejército militar. Nadie puede con ellos.
En cuanto a la cárcel propiamente dicha hay actualmente cincuenta reclusas. Están divididas en grupos de a cinco, dependiendo de la causa y del comportamiento de cada una. Hay también una habitación de confinamiento para las rebeldes que no comprenden las reglas del lugar. Se les imponen diferentes castigos dependiendo del grado de la agresión o delito.
Así es el mundo real en el que vivimos actualmente y en el que estoy involucrada por completo.
Hace tres años, cinco meses y veinte días que estoy encerrada entre estas cuatro paredes tratando de comprender que fue lo que paso, que es lo que hice.
Mi lugar es una de las habitaciones de la sección psiquiátrica de esta penitenciaria. ¿o debería decir que es mi hogar?
El motivo de mi residencia es… sencillo… mate a mi marido con quien estuve casada por quince años. ¿Por qué? Eso quisiera saber yo también. Aun hoy me pregunto que fue lo que me llevo a clavarle un cuchillo en medio del corazón. Una y otra vez hasta que este dejo de latir. No cese mi ataque hasta que sentí que ya no respiraba.
Nombre de la causa “asesinato con arma blanca, agravada por el vínculo”. Tiempo que estaré encerrada aquí: diez largos años.
No creo que mi condición sea de locura, yo diría que fue un arranque de histeria provocado por una ceguera de celos incalculable. Comprobé tristemente que mi imaginación puede vagar más allá de todo lo que la lógica y los hechos son capaces de explicar.
No tengo hijos, siempre estuvimos muy ocupados para hacerlo y las prioridades eran más importantes. Primero el estudio, luego conseguir un buen empleo, la construcción de la casa, etc. Y cuando al fin nos decidimos y creímos que todo estaba arreglado para traer más niños al mundo, mi cuerpo se rebeló contra nosotros y no pude quedar embarazada. Hice quince tratamientos diferentes pero ninguno dio resultado. Eso era una frustración para mí. Y claro cualquiera se volvería loca por esta causa. ¿O no?
Tengo dos hermanas que suelen venir a visitarme. No están muy felices de compartir su tiempo con la loca, pero al parecer temen que si no vienen me encontraran muerta y que eso no las deje vivir en paz. No traen a mis sobrinos aunque se los pedí en muchas ocasiones. Dicen que no pretenden dañarme sino cuidarlos a ellos.
No lo entiendo, como pueden creer que voy a hacer algo en contra de esas personitas a quienes amo tanto y por quienes daría la vida. Pareciera que no me conocen.
Mi padre falleció de cáncer de páncreas un año antes de que me encerraran. Eran épocas difíciles, el sufrió mucho, los calmantes habían dejado de hacer efecto muy rápido y no aguantaba el dolor. Se marcho con una sonrisa en los labios sabiendo que sus nenas (así nos llamaba a nosotras) estaban junto a el y que eran felices.
Si me viera en este momento seguramente se volvería a morir, pero de un ataque al corazón causado por la tristeza que le provocaría mi situación actual. En verdad no lo soportaría.
Mi madre… ella es un ángel y por supuesto que la comprendo. No es fácil para ninguna ver como se llevan presa a su hija y estando en su propia casa. Le provoque una gran pena.
A ella es a quien más extraño. No la volví a ver desde el día de mi condena, cuando me dijo que no lo podía creer y que no esperara que fuera a visitarme porque jamás lo haría.
Estaba decepcionada, ya no confiaba en mi y aunque me amaba no podía aceptar que yo, su hija mayor, la madura y sensata hubiera perdido el juicio de esa manera y matara al hombre de mi vida.
No puedo culpar a nadie por no querer estar cerca de mí. Es más, si yo estuviera en el lugar de ellas en este momento creo que haría lo mismo.
Es tan difícil estar acá, rodeada de silencios y prohibiciones, separada del mundo. La soledad me hace pensar demasiado y precisamente eso es lo que no quiero.
Los recuerdos vuelven una y otra vez perturbando mi paz y armonía. Todas las noches tengo la misma pesadilla “su cuerpo inerte en el suelo tendiéndome la mano”. Es como si me quisiera decir algo o recriminándome por lo sucedido.
Me levanto asustada y exaltada pidiéndole a Dios que limpie mi conciencia, que si me ama tanto, me ayude a afrontar esta situación que esta carcomiéndome por dentro. Estoy arrepentida de verdad por lo que hice.
Mi mente es una laguna, las imágenes de esa noche son confusas y no puedo recordar con claridad que fue lo que paso. Las horas pasan demasiado lentas y ya me estoy olvidando de cómo se habla. No grito, ni protesto. Como lo que me dan todos los días. Las enfermeras nunca me hablan. No me interesan sus críticas, las cuales escucho a menudo cuando hablan en los pasillos y creen que nadie les presta atención.
Ya no me quedan ganas de vivir, ni siquiera tengo un motivo para seguir haciéndolo. Intente matarme en algunas oportunidades, pero siempre fue en vano. Nunca tuve tanta imaginación como para crear un plan que no pueda fallar. Esta es mi vida y ya no la quiero.


Espero sus opiniones gracias a todos.

esta super-intersanta n.n puedes seguir?

La estoy siguiendo, al igual que la otra lo que pasa es que no tengo tiempo de pasar los capitulos del borrador a la compu.
Prometo subir mas capitulos esta semana

ee eso sera genial ^. ^ oo me engancho con los fics..